Hacía 412 días que los cinco dirigentes de ultraderecha opositores al gobierno constitucional de Nicolás Maduro vivían en la embajada argentina de Venezuela. Se decían perseguidos e incluso afirmaban que sus vidas corrían peligro. El gobierno de Javier Milei tuvo una sola respuesta: abandonar la embajada. Fue Brasil la que se encargó de contener a los refugiados que el martes por la noche salieron