Referentes de derechos humanos cuestionaron con dureza la decisión del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que depende de Patricia Bullrich, de mandar a Alfredo Astiz y al resto de los represores que estaban presos en Ezeiza a la cárcel VIP de Campo de Mayo, donde podrán jugar al tenis o tener clases de teatro o talleres de stretching.
El traslado a la Unidad 34 se empezó a gestar a mediados de a