“Salimos todo el tiempo en tik tok”, relata un poblador sabiendo que la aparición en la red social está estrechamente vinculada con la sorpresa que causa el nombre de su pueblo: Ahí Veremos.

Ubicado en el norte de la provincia de Santiago del Estero, muy cerca del límite con Salta, "Ahí Veremos" no solo es un pueblo singular por su nombre, sino que también es un terruño cuyos habitantes quieren contar su particular historia y apacible presente.


Uno de los nyc (nacido y criado) de "Ahí Veremos" es Juan Pereyra, quien se siente orgulloso de ello: “Toda mi infancia la pasé aquí. Hoy tengo un mini mercado y hago otras actividades, entre las cuales soy docente de matemática en la escuela”.

Hoy Pereyra desarrolla tareas como comisionado del lugar. “Es un pueblo que tiene sus propias autoridades. Aquí en Santiago son Comisiones, están las intendencias que pertenecen al departamento y después hay otras más chicas, como en este caso, que es una Comisión Municipal donde atiende también a otros sectores más chicos todavía”.

A su vez, resalta: “Me llena de alegría poder estar en un cargo público y gestionar para el pueblo”. Sin embargo, y muy lejos de lo que sucede en las grandes urbes, “el sueldo de comisionado municipal en la provincia hoy en día es de 360.000 pesos, así que la actividad que hago la realizo por vocación. De hecho, por resolución, ese dinero lo distribuyo para las escuelas, les viene bien para los comedores que están con escasos recursos”.


Por otra parte, Juan Tevez es el director de la escuela del pueblo. En ella trabaja hace 30 años y, en el devenir de la charla, recuerda sus inicios: “Lo que sucedió fue un cambio muy rotundo, tanto para mi vida como para el pueblo. Hace 30 años era un lugar donde se utilizaba vela (para iluminar), casi no se conocían lo que eran las verduras; tampoco se conseguía hielo. Ahora cambió un montón, podemos tener muchas cosas que antes no”.

Tevez resalta con orgullo su tarea cotidiana. “Ahora estoy a cargo de la dirección del colegio primario, que es de jornada simple; tenemos en este momento 25 alumnos en el nivel inicial, 90 alumnos de primero a séptimo y otros 27 entre octavo y noveno”.

En tanto, el comisionado local aprovecha la ocasión para contextualizar la locación de su pueblo natal. “Estamos ubicados a 300 kilómetros de la capital santiagueña yendo hacia el norte, o sea que estamos muy cerca del límite con Salta sobre la ruta provincial 29, que es la misma que continúa para Salta”.


“En el pueblo somos 3.000 habitantes y todo es zona rural; la gente trabaja sobre todo en el campo, hay muchos que son nómadas, viajan a las cosechas de la aceituna en La Rioja, o se van más al sur, a la manzana en Río Negro; otros trabajan en una colonia de menonitas, Monte Verde se llama, que está en el límite con Salta, y algunos se dedican a las pesca porque estamos a 9 kilómetros del río Salado”.

En "Ahí Veremos" aparte de la escuela hay destacamentos policiales, posta sanitaria, dos capillas “y de a poco se va urbanizando más el pueblo”, comenta Pereyra y agrega: “hace 4 años se empezó urbanizar; el primer modelo del pueblo era solo sobre la ruta, antes vos pasabas y tenías las casitas a los costados, era eso no más”.

Si bien el director de la escuela es nacido en Metán, con el tiempo tomó la decisión de ir al pueblo de donde era oriunda su madre. “Opté a directamente en venirme acá, al lugar donde nació mi vieja, ella se había ido a Salta para casarse, por eso yo nací ahí”.


Uno de los grandes avances que remarcan los habitantes de Ahí Veremos es que se hayan erradicado las casas rancho, aunque saben que ellos aún no gozan de otras comodidades que hoy abundan en las ciudades. “Tenemos Wi-Fi en la escuela, en la comuna y en la policía. Después hay solo una casa particular que también tiene”.

Historia de un nombre

Pero sin duda uno de los grandes interrogantes que envuelve a la localidad santiagueña es: ¿Por qué y quien eligió el nombre para el pueblo?, enigma que parece agrandarse con el tiempo, pero que también encuentra diversas teorizaciones.

Juan Tevez tiene su teoría heredada. “He escuchado que justamente uno de los primeros pobladores, que era de la finca encargada de dar el trabajo a la gente, tenía como forma de decir “ahí veremos”, era algo relativo de él. Entonces la gente al estar siempre en conversación con este hombre, fue dejando e instalando ese nombre, Ahí Veremos”.

Sin embargo, otra es la teoría que maneja el comisionado Juan Pereyra. “Según los viejos, cuando uno les pregunta de dónde salió el nombre del pueblo, hablan de un tal Ángel de Jesús Saltos. Él venía fundando pueblos desde el norte hacia el sur, entonces cuando entró a este sector, puso Algarrobal Viejo, que es un pueblo vecino, porque en la zona había muchos algarrobos. Y de ahí, como venía con la familia y habían hecho un alto en el camino, le preguntan, '¿Cómo se va a llamar el siguiente pueblo?', y el hombre al no tener la respuesta, su primer comentario fue 'Ahí veremos'”.

“Entonces resulta que cuando efectivamente llega a esta zona le vuelven a preguntar, ‘¿cómo le vamos poner al final?’, y se acordó de lo que había dicho y afirmó, ‘Bueno, le pongamos Ahí Veremos, que quede como Ahí Veremos’, cuentan los más grandes que así habría surgido el nombre”.


Tanto el comisionado Pereyra como el director Tevez coinciden en lo que genera el nombre del pueblo: “Llama mucho la atención cuando uno anda por distintos lugares. Por ahí nos paran en un control de policía y te dicen, ‘¿De dónde viene?’, uno responde ‘De Ahí Veremos’, y piensan que los estás cargando, así que ahí nomás te ponen al costado de la ruta a verificar documentación”.

“La gente muchas veces se ríe y como que no creen, tienen que verlo ellos mismos, te piden ver en el documento que diga ‘Ahí Veremos’, como para corroborar que es verdad”, comenta entre risas el director de la escuela.

El norte de Santiago del Estero es testigo de la vida apacible y rural de uno de los tantos pueblos de la Argentina que intentan a diario visibilizarse, siendo que para muchos, son apenas "un punto en el mapa". "Ahí Veremos" es ejemplo de ello y resalta y es retratado por su singular nombre, pero que no quiere quedarse solo allí, sino que también, tiene una historia por contar.