El filósofo surcoreano Byung-Chul Han ganó el Premio Princesa de Asturias en la categoría de Comunicación y Humanidades 2025, por "su brillantez para interpretar los restos de la sociedad tecnológica", según el jurado. "Su obra revela una capacidad extraordinaria para comunicar de forma precisa y directa nuevas ideas en las que se recogen tradiciones filosóficas de Oriente y Occidente", se lee en el acta de la premiación. También, dice el texto, que "el análisis de Han resulta sumamente fértil y proporciona explicaciones sobre cuestiones como la deshumanización, la digitalización y el aislamiento de las personas".
Con firma de este miércoles, el documento reconoce la "mirada intercultural" del intelectual de nacionalidad alemana, capaz de arrojar "luz sobre fenómenos complejos del mundo contemporáneo", con un eco "entre público de diversas generaciones". Han es uno de los filósofos contemporáneos más destacados y conocidos. Su ensayo más célebre es La sociedad del cansancio, sobre el giro de una sociedad disciplinaria -descripta por Foucault, basada en la represión y la prohibición- a una del rendimiento, en la que el individuo se explota a sí mismo en nombre de la libertad, la productividad y el éxito.
Nacido en Seúl en 1959, estudió Literatura Alemana y Teología en la Universidad de Múnich y Filosofía en la Universidad de Friburgo, donde se doctoró en 1994 con una tesis sobre Martin Heidegger, uno de los autores más mencionados en sus libros. Trabajó como docente en la Universidad de Basilea, Suiza, y como profesor de Filosofía y Estudios Culturales en la Universidad de Bellas Artes de Berlín, después de haber ejercido en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe, al lado de Peter Sloterdijk.
Es un crítico del neoliberalismo y para él vivimos en la era de los trastornos neuronales (depresión, síndrome de fatiga crónica, déficit de atención, hiperactividad), causados por un exceso de positividad en una sociedad que abandonó la reflexión, el retiro y la meditación. "Defiende que se trata de una sociedad cada vez más dominada por el narcisismo y enferma de pérdida del deseo, en la que nos volvemos progresivamente incapaces de relacionarnos con los demás, e insiste en la necesidad de recobrar la capacidad de poder decir que no, que no todo es posible, que no todo se puede hacer, que ni siquiera se debe poder intentar", se lee en el sitio web de la Fundación Princesa de Asturias.
En sus últimas obras hay un giro notable del pesimismo a la esperanza. Esta palabra luminosa aparece precisamente en uno de sus últimos trabajos, El espíritu de la esperanza.
Traducido a varios idiomas (español, danés, italiano, coreano, sueco, francés, rumano y ruso, entre otros), ha publicado también Sobre el poder, Topología de la violencia, La sociedad de la transparencia, La agonía del eros, En el enjambre, La sociedad paliativa, Infocracia y La crisis de la narración. Ha recibido los premios Bristol des Lumières (Francia, 2016) y Salzburg State Prize for Future Research (Austria, 2016).