Este jueves 8 a las 20, Botta presentará en la sala Lucille (Gorriti 5520) su primer disco en solitario, Golpe de calor, publicado en noviembre. “Al momento de presentar un material así, los sentimientos están a flor de piel”, confiesa el cantante, compositor y guitarrista. “Todo fluye a través de uno y es muy lindo eso. Nunca tuve una sensación así porque siempre fui parte de un proyecto grupal”. En el pasado, el músico de 47 años fue parte de reconocidas bandas de rock como Mala Suerte o Zumbadores. Aunque en esta nueva etapa abrió el abanico hacia otros estilos. “Siempre estoy buscando cosas nuevas. Hoy me encuentro en esta etapa en la que hago pop, flamenco y baladas. Es un reflejo de lo que estoy escuchando”.

-¿Te alejaste completamente del rock?

-Siempre hay vuelta atrás, yo no tengo estructuras. Esto uno lo hace para uno. Puedo cantar una canción de Shakira así como una de los Ramones, de Muse o Wilco, a los que acabo de descubrir. Uno baja a tierra lo que siente en ese momento. El tango me acompaña desde muy chico, al igual que el folklore, pero nunca tuve la posibilidad de meterme a fondo con esos géneros. Esto no se ve reflejado en el primer disco, aunque sí en el segundo. Yo vengo de Mataderos, barrio donde se curten esos estilos, así que esta vez no podían pasar inadvertidos.

Nico Landa, ex Los Animalitos, se encargó de las 11 composiciones que constituyen Golpe de calor. “La música me agarra en un momento bisagra de mi vida, en el rol de cantante, y llamé a Nico”, explica Botta. “Cuando me pasó las canciones, elegimos su impronta. Algunos temas son suyos, pero también hay letras de Andrés Calamaro, Coti y Zoe Gotusso. No participé en la composición, pero sí en la producción. A Nico lo conocí a los 17 o 18 años, cuando también integró Mala Suerte, que era una banda de punk. Me parece un artista increíble. Al igual que yo, no se afianza a los estilos: él hace música. Y otra cosa suya que me atrae es lo popular: el barrio, letras fáciles de entender, más allá de su finura”.

-Hay más cantautores de rock que intérpretes del palo. ¿Cómo llevás ese rol?

-Elegí a Nico porque nos conocemos, y sabía que al escuchar esas canciones iban a tocar mi fibra.

-Entre los invitados del disco está Hermann, vocalista de la banda de punk Mal Momento. ¿Qué tal te va con tus orígenes?

-Durante años, escuché e interpreté punk, y para muchos de aquella época el punk era una forma de vida. Son marcas que quedan muy grabadas dentro de uno y cuando me planto en el escenario tengo esa actitud. No la podés borrar de tu vida. Apenas surgió la idea de invitar a Hermann, dije: “Me vuelvo loco”.

-A pesar de tu apertura de estilos, ¿a qué se debe que ni siquiera llegaste a flirtear con la música urbana?

-La música está bien hecha o mal hecha. Si está mal hecha, ni me animo a escuchar. Me parece un asco, directamente. Pero todo lo que sea arte, entra. No entiendo a la gente que me dice que no le gusta el bolero.