"Bajo el actual esquema económico, no hay dólares que alcancen", advierte el informe elaborado por un grupo de economistas del PJ bonaerense. "En menos de dos años, el gobierno de Milei rifó las divisas acumuladas por el superávit comercial récord de 2024 y el blanqueo, por lo que debió recurrir al FMI y, a pesar de eso, ahora demanda los 'dólares del colchón' de los argentinos", indica el trabajo.

"El superávit de la balanza comercial del 2024 alcanzó el récord de 18.600 millones de dólares, el blanqueo de 2024 implicó el aumento de depósitos en moneda extranjera en los bancos por 23.000 millones de dólares y el desembolso inicial del FMI de abril del 2025 fue de 12.000 millones de dólares. Sin embargo, las reservas del BCRA se mantienen en torno a los 38.000 millones de dólares", calcula el trabajo.

“Los dólares nunca alcanzan para pagar la tasa de renta financiera que Caputo ofrece a los inversores y/o especuladores, para que continúen solventando un modelo de producción primaria y valorización financiera a tasas de rentabilidad insólitas respecto de las vigentes en el mundo. La realización de esas ganancias descomunales, sin esfuerzo productivo, requiere de una permanente y voluminosa oferta de divisas que sólo puede materializarse en ciclos cortos. Esto condena a la Argentina a recurrentes ciclos de endeudamiento y salida de capitales que fatalmente desembocan en crueles crisis”, concluyen los economistas bonaerenses.

Bicicleta

Los economistas del PJ bonaerense recuerdan que el actual ministro de Economía, Luis Caputo, fue el responsable en su anterior gestión, como ministro de Finanzas del macrismo, del "más voluminoso endeudamiento público con los mercados internacionales en corto plazo", que alcanzó la cifra de "65.000 millones de dólares en fondos frescos" en el bienio 2016-2017.

Caputo también fue presidente del BCRA de la administración de Macri. Desde ese lugar "se encargó de administrar los 45.000 millones de dólares desembolsados por el FMI, atendiendo las demandas de salida de capitales que realizaban los fondos de inversión que él mismo invitó a la Argentina", analiza el colectivo de economistas.

Ahora, en su nueva etapa como funcionario público, “Caputo reeditó el programa ejecutado en el macrismo, emitiendo desde el Tesoro instrumentos financieros en pesos con rendimientos muy altos respecto al dólar. Para sostener esta nueva ‘bicicleta’, Caputo apeló a la oferta de divisas generada por el superávit comercial y al blanqueo de capitales. La tasa de ganancia del ‘carry trade’ fue muy elevada y erosionó la capacidad del Banco Central de acumular reservas internacionales”, remarca el estudio. En ese escenario, únicamente el acuerdo con el FMI pudo frenar la devaluación que reclamaba el mercado.

En medio de una situación cambiaria muy compleja, llegó el apoyo de parte del FMI, que asciende a los 20.000 millones de dólares, de los cuales ya se desembolsaron 12.000 millones. Sin embargo, “pese a la cuantiosa oferta de dólares recibida por la Argentina, el gobierno de Milei no logra estabilizar el sector externo”, subraya el estudio.

El equipo técnico que elaboró este informe está liderado por Roberto Feletti, ex viceministro de Economía y secretario de Comercio Interior, junto al ex subsecretario de Políticas para el Mercado Interno de la Secretaría de Comercio Interior de la Nación, Antonio Mezmezian; el ex director Nacional de Programación Económica del Ministerio de Economía de la Nación, Horacio Rovelli; Érica Pinto; Fabiola Vela Velázquez; Diego Perrella; Graciela Tilca, Delfina Salerno y Nair Cisneros.

Política exterior

El informe aborda también qué tipo de inserción internacional plantea el gobierno de La Libertad Avanza, tanto por el lado de la sumisión ciega a lo que diga Donald Trump, como los desaires a China y Brasil, otros socios estratégicos del país.

“El vínculo estrecho con los Estados Unidos no se tradujo en un flujo comercial y de inversiones que permitieran revitalizar la economía nacional. Por el contrario, todos los productos vendidos por Argentina al mercado estadounidense tienen un arancel de importación del 10%, que rige desde el 5 de abril de 2025. A eso hay que sumarle que las exportaciones de acero y aluminio al país del norte deben pagar un arancel del 25% desde el 12 de marzo. Lo mismo ocurre con los automóviles", indica el trabajo.

"El seguidismo hacia Washington, por otro lado, deterioró las relaciones con China y con Brasil, naciones con las que Argentina tiene un fuerte vínculo comercial y financiero. Sólo la tremenda debilidad de la dirigencia política puede admitir que la política exterior se plasme en un planteo coyuntural de reclamo de recursos, urgido por un programa de tipo de cambio fijo como ancla antiinflacionaria”, cuestionan.