En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, comparó la gestión actual de Javier Milei con la de los 90 de Carlos Menem y aseguró que el país va en la misma dirección de destrucción y fuga de divisas a manos de los sectores económicos concentrados. “Está horneándose una nueva edición de La República Perdida”, aseguró con un duro tono crítico.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Está horneándose una nueva edición de La República Perdida. De esa película en ciernes extraigo cómo fueron los hechos del ‘95, en medio de la convertibilidad ya insufrible para los trabajadores, pero con escarceos de la clase media y su vida dólar que tanto valora.

A fines de marzo del ‘95, las buenas relaciones con el Fondo Monetario Internacional permiten a Menem-Cavallo conseguir un desembolso por 2.300 millones de dólares. Esa cobertura, sumada a la subida de los precios internacionales de los productos agropecuarios, permite superar —de manera transitoria— la crisis financiera. Vivir la mentira, un poco más, como ahora.

Las consecuencias sociales del modelo económico emergieron en toda su dimensión. Trastornos que pasaron a ser crónicos. El desempleo pasó de 1.200.000 en 1994 (13%) a 2.100.000 trabajadores (18%). La pobreza saltó del 19 al 26 por ciento.

Los datos negativos no hicieron mella en la potencia electoral de Menem, como la de Milei. Tampoco las estafas —no había criptomonedas— de las privatizaciones. Y lo peor: desde las AFJP en adelante, el Estado dejó de percibir 63 mil millones de dólares. La deuda pública se incrementa exactamente en esa cifra.

Argentina aumentó la salida de divisas y disminuyó la entrada, como ahora. Venía el último tramo del gobierno de Menem, que nos saluda sonriente desde un busto de la Casa Rosada, y el sector de los concentrados gana fortunas. Fuga a rolete. Y el gobierno los lleva en sus hombros como a un chico en la procesión.

Les quería contar algo que todos tenemos que saber. Lo decimos y lo escribimos solo para tener razón, para quedarnos tranquilos. Pero no sirve para nada. También lo sabemos. Milei es Menem. Caputo es Cavallo. El ‘95 es hoy. Los diarios de la fuga son los mismos. La Corte los avala es igual en lo moral. Y la historia los reivindica. Un busto a la derecha, para Milei.

Seguí leyendo