Nancy - 6 puntos
(Argentina, 2025)
Dirección y guion: Luciano Zito.
Duración: 75 minutos.
Intérpretes: Camila Peralta, Luciano Ledesma, Linda Leiva, Virginia Faraone, Mabel Grunewaldt.
Estreno en Cine Gaumont y Espacios INCAA.
La joven pero muy experimentada Camila Peralta (Clara se pierde en el bosque, Cambio Cambio) vuelve a encarnar un personaje silencioso, no tanto enigmático como difícil de aprehender, al menos hasta que el guion resuelve algunos de los misterios que plantea. Su Nancy es una chica que vive todo el año en Villa Gesell limpiando casas ajenas, de esas que suelen habitarse durante el verano o cuando algún cliente opta por alquilarla durante un fin de semana largo. Casas lindas, de amplios ventanales con vista a la arboleda y cierto aroma rústico. Nancy recibe un llamado de la dueña, quien le pide que deje todo impecable: su hijo pasó ahí el fin de semana y se volvió a la ciudad a las apuradas por una tormenta.
Nancy limpia platos, inodoros y repisas; ordena el desorden y vuelve a poner en su lugar los objetos tirados. También quita las sábanas para lavarlas y, en ese momento, una mancha de sangre en el lugar que usualmente ocupa el bajo vientre la pone tensa. Primera señal, a los pocos minutos de proyección, de que el carácter introvertido de la protagonista puede tener algún origen puntual, traumático.
Nancy se aleja desde el primer minuto de ese subgénero no oficial del cine argentino: las vacaciones fuera de temporada en la costa bonaerense. Aquí los porteños no tienen cabida y, en una decisión inteligente de trabajo con el fuera de campo, ni siquiera aparecen. Apenas si se los escucha. Los protagonistas son aquellos que habitan en el lugar todo el año, como la propia Nancy y un joven electricista, Juan (Luciano Ledesma), con quien entabla un vínculo en principio sólo profesional: ella le abre y le cierra la puerta de casa para que realice los arreglos y mejoras pertinentes en el sistema de alarma. Hay algo melindroso en Nancy, un miedo constante a algo o a alguien innombrado, que la acerca muy tangencialmente al thriller o incluso al policial, aunque ese aspecto nunca termine, muy conscientemente, de desarrollarse. Cuando Nancy acepta finalmente un avance íntimo de Juan, la trama deja un poco de lado el minimalismo bien entendido y se arroja a un último tercio donde los secretos dejan de ser tales.
Lo mejor de Nancy es lo anterior, la descripción de las actividades de la protagonista, la relación con los espacios que la rodean. Y la intensidad de las siestas, que la toman por asalto en circunstancias no siempre pertinentes. Sin subrayados, Luciano Zito logra una de las mejores secuencias cuando la chica toma un nuevo trabajo en una lujosa casa y usa el jacuzzi luego de limpiarlo (el deseo sexual coartado por algo indecible) y un simple escupitajo pone de relieve toda la carga del choque de clases. Una confesión posterior aclara algunos tantos y, de allí en más, la película pierde un poco de intensidad interna, aunque paradójicamente Nancy salga de su aparente modorra. La ópera prima de ficción de Zito, que formó parte del reciente Bafici, hace gala de un ojo preciso para los encuadres –que potencian la sensación de aislamiento de la protagonista incluso cuando no se encuentra sola– apoyados en una notable trabajo sonoro y la atmosférica música electrónica del dúo Jackson Souvenirs.