Desde su estreno el 30 de abril en Netflix, la serie El Eternauta, basada en la obra clásica de Héctor Germán Oesterheld, se ha consolidado como un fenómeno televisivo global. Destacada por su narrativa sólida y una producción innovadora, la serie registró 10.800.000 visualizaciones y acumuló 58.300.000 horas de reproducción. Este logro no solo marca un hito para sus creadores, sino también para la industria cultural argentina, que encuentra en esta superproducción una ventana para proyectarse internacionalmente.

Una adaptación épica de un clásico nacional

La serie se inspira en la historieta publicada en Argentina entre 1957 y 1959, una historia de ciencia ficción situada en Buenos Aires. La adaptación buscó honrar la trama original, donde personajes comunes enfrentan una crisis global. Bajo la dirección de Bruno Stagnaro, experto en el universo de Oesterheld, se logró una recreación fiel, combinando efectos visuales impactantes con un guion que equilibra nostalgia y relevancia para el público actual.

Stagnaro, declarado admirador de Oesterheld desde su infancia, colaboró estrechamente con el equipo creativo para preservar la esencia de El Eternauta. El uso de tecnologías innovadoras y escenarios ambiciosos permitió trasladar a la pantalla los elementos surrealistas y complejos de la obra original.

Producción nacional con impacto global

Protagonizada por actores destacados como Ricardo Darín y Carla Peterson, la serie se filmó íntegramente en Argentina, utilizando más de 50 locaciones en Buenos Aires. El proyecto empleó a alrededor de 2.900 profesionales, impulsando significativamente la economía local.

Desde sus etapas iniciales, la adaptación generó altas expectativas en el país, las cuales fueron satisfechas. Los herederos de Oesterheld y Solano López exigieron que la serie respetara las raíces de la obra, algo que se reforzó al filmar en escenarios auténticos de la ciudad, aprovechando su belleza arquitectónica.

El despliegue técnico incluyó la recreación digital de paisajes urbanos mediante fotogrametría y escaneo 3D. Estas herramientas permitieron materializar los icónicos escenarios nevados centrales en la trama, cumpliendo con la visión que Oesterheld plasmó décadas atrás.

Un fenómeno cultural y su proyección internacional

El Eternauta no solo conquistó al público argentino, sino que también se posicionó como un éxito de streaming en países como España, Brasil y Estados Unidos.

Este triunfo internacional ha potenciado la visibilidad de la cultura argentina, resaltando el talento de su industria audiovisual. Debido al impacto positivo, ya se anunció una segunda temporada. Francisco "Paco" Ramos, representante de Netflix, reveló que la nueva entrega profundizará en los elementos de ciencia ficción introducidos en la primera parte.

Con su alcance global, la serie no solo reafirma el valor de las producciones argentinas, sino que también demuestra cómo historias locales, cuando se adaptan con fidelidad y ambición, pueden conectar con audiencias diversas en todo el mundo.