Más allá de la firma del nuevo convenio colectivo de trabajo, la conflictividad en Puán no cesa. Luego del acuerdo rubricado por el intendente Diego Reyes y UPCN Provincia que comanda Fabiola Mosquera, desde la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses tildaron de “gestión trucha” el proceder del jefe comunal del PRO.

“Reyes, en su obsesión por realizar los ajustes salariales recurre a prácticas arbitrarias que bien pueden llamarse truchas”, sostuvo la Fesimubo en un comunicado dirigido a la comunidad de Puán.

Tal como viene contando este medio, el municipio atravesó una severa crisis institucionales en 2023, cuando el intendente radical, Facundo Castelli, no se presentó al traspaso de mando y tres días antes desapareció del distrito. Dejó las cuentas en rojo y la imposibilidad de pagar los sueldos del mes de diciembre para los empleados de la intendencia.

Según el mismo Castelli expuso en redes sociales, en agosto de aquel año, la Municipalidad de Puán comenzó a subsistir a partir de aportes del Tesoro de la provincia de Buenos Aires porque las finanzas no repuntaban. Resulta que, dos meses antes de comenzar esta bicicleta que explotó en diciembre, firmó un convenio colectivo de trabajo con la Fesimubo donde amplió el monto que se percibe bajo el concepto de antigüedad de un 3 a un 5 por ciento anual.

Desde un primer minuto, el colectivo gremial se enfrentó a Reyes por querer retroceder, puntualmente, con esta modificación que resulta ser única en toda la provincia. El resto de los municipios y las dependencias de la provincia de Buenos Aires perciben sólo un 3 por ciento de antigüedad por cada año trabajado.

Lo que, en un primer momento, fueron movilizaciones y quema de gomas frente a la Municipalidad por los sueldos impagos de Castelli, se convirtieron en manifestaciones contra la búsqueda de Reyes por cambiar el convenio. Tras más de un año de negociaciones que no fueron fructíferas, el intendente alcanzó un punto de acuerdo con UPCN, gremio que se volvió mayoritario tras la fuga de municipales de Fesimubo.

Por el lado de UPCN, explicaron a este diario que cumplieron su rol de defender a los trabajadores para construir una alternativa de diálogo que saque a los municipales de Puán de un entuerto que imposibilitaba las negociaciones paritarias. En Fesimubo, según el mismo comunicado, denunciaron “persecución” por parte de Reyes para que los empleados se desafilien y “complicidad” de UPCN.

Ahora, el nuevo convenio está en manos del Ministerio de Trabajo de la provincia que comanda Walter Correa. Según pudo conocer este diario, el acuerdo está en proceso de registración luego de unas observaciones que serían corregidas la próxima semana, pero todo está encaminado.

Tanto el ministerio, como Reyes y UPCN, advirtieron que el nuevo convenio permite, por sobre todas las cosas, acrecentar el monto para el salario básico de los trabajadores en más de un 70 por ciento de manera inmediata. De esta manera, los empleados de la categoría más baja pasarían de 270 mil a 420 mil pesos, aproximadamente.

A su vez, este incremento impactará en las jubilaciones y, además, habrá mejoras en los porcentajes adicionales por título secundario y profesional, así como en las licencias por enfermedad.

“Este nuevo acuerdo era necesario porque el CCT anterior no había sido pluralista en su génesis a la vez que había sido irresponsable en comprometer los recursos con los que no contaba la Municipalidad para otorgar un beneficio por antigüedad que se encontraba fuera de contexto, haciendo peligrar el concepto de salario básico de los trabajadores”, detalló Juan Pablo Martín, secretario gremial de UPCN Provincia.

Para Fesimubo, “no existe ningún CCT legítimo que pueda quitar derechos tanto como eliminar conceptos salariales como la antigüedad, la carrera administrativa o bonificaciones propias del tipo de trabajo”.

“Cualquier intento de imponer contubernio en ese sentido y que Reyes llama CCT y la realidad llama plan de ajuste laboral con aval de un sindicato, encontrará la resistencia de los trabajadores y trabajadoras municipales de Puán y de toda la provincia de Buenos Aires”, advirtieron con la firma de una veintena de sindicatos municipales bonaerenses.