El mercado vivió otra jornada a pura incertidumbre. El dólar blue pegó otro salto, el riesgo país se ubicó al filo de los 1000 puntos y el Banco Central volvió a vender reservas en el mercado de cambios. A todo esto se sumaron importantes caída en las acciones y los bonos soberanos, en línea con el pesimismo financiero a nivel internacional marcado por una nueva escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En detalle, el dólar blue cerró a 1360 pesos, alcanzando así un nuevo máximo desde agosto pasado. En la jornada subió 15 pesos, acumulando un avance de 50 pesos en apenas dos días. Con este valor, la brecha con el tipo de cambio oficial ya trepa al 26,4 por ciento, lo que vuelve a encender las alarmas en un mercado que empieza a mostrar cada vez más intranquilidad de cara al segundo trimestre del año.
Pero el blue no fue el único que se movió. El contado con liquidación subió 8 pesos y se ubicó en 1368 pesos, con una brecha del 27,1 por ciento. El dólar MEP también escaló por séptimo día consecutivo hasta los 1372 pesos, con un spread del 27,5 por ciento. La presión sobre los dólares libres se mantiene firme, y se encuentra impulsada por la incertidumbre sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el futuro del régimen cambiario.
A esto se suma la pérdida de reservas por parte del Banco Central, que el martes vendió 60 millones de dólares en el mercado oficial. Desde el 14 de marzo, la entidad monetaria acumula ventas netas por 1863 millones de dólares. Las reservas brutas cayeron otros 134 millones de dólares y cerraron en 24.657 millones, el nivel más bajo desde enero.
En paralelo, el riesgo país —índice que mide la sobretasa que paga Argentina por endeudarse en los mercados internacionales— trepó un 1,9 por ciento y cerró en 978 puntos básicos. Se trata de su valor más alto desde octubre del año pasado.
La volatilidad global, empujada por el anuncio de Estados Unidos de subir los aranceles a productos chinos por encima del 100 por ciento, tuvo un fuerte impacto en los mercados argentinos. Si bien hubo un rebote inicial en las acciones, el cierre fue con fuertes bajas. Las mayores fueron para Transportadora de Gas del Norte (-11,9 por ciento), Metrogas (-11,6 por ciento) y Transener (-8,3 por ciento).
En Wall Street, las acciones argentinas también mostraron un comportamiento errático. Ternium lideró las pérdidas con una baja de 7,1 por ciento, seguida por Bioceres (-6,8 por ciento) y Vista Energy (-5,5 por ciento).
La noticia que dio un leve respiro a mitad de la rueda fue la posibilidad de que este viernes el directorio del FMI trate formalmente el nuevo acuerdo con Argentina. Según fuentes cercanas a la negociación, se discutiría un programa de 20.000 millones de dólares, con un desembolso inicial que podría alcanzar los 12.000 millones de dólares. Este refuerzo para el Banco Central llegaría en un momento clave, cuando las reservas netas están en terreno negativo y la presión financiera crece día a día.
Más allá del acuerdo con el FMI, los analistas consideran que el panorama es sombrío para la Argentina debido a la dificultad del país para acumular nuevas reservas y la expectativa de devaluación cada vez más marcada.
“El mercado está centrado en lo que pasa en Estados Unidos, donde la jornada arrancó muy fuerte pero después se desinfló”, indicaron en la city porteña. Se asegura que la presión de Estados Unidos a China con mayores aranceles provocó una venta de bonos del Tesoro por parte del gigante asiático, lo que elevó la tasa a 10 años al 4,20 por ciento y sacudió los mercados.
Se mencionó además que, si bien la posibilidad de un acuerdo con el FMI trajo algo de optimismo, la dinámica global y la guerra comercial seguirán condicionando el humor de los inversores con los activos argentinos. “Hasta que no se resuelva ese conflicto, Argentina va a seguir operando con mucha volatilidad”, aseguraron.
Uno de los puntos que más preocupa en el mercado es cómo continuará la política cambiaria y la estrategia oficial para reforzar las reservas. "La atención está en el nivel de desembolso inicial, el régimen cambiario, posibles financiamientos adicionales y tal vez otro Repo”, se planteó en el mercado. La economía argentina está cada vez más expuesta a múltiples frentes de tormenta, tanto externos como internos. La expectativa de devaluación va en aumento y la posibilidad que lleguen fondos frescos del FMI no es un elemento que por ahora tranquilice a los inversores.